Coaching como carrera profesional ha explotado en los últimos años. Debido a la novedad y a la falta de regulación como profesión, estamos viendo de todo en el mercado: desde individuos mediocres que sin preparación se colocan el nombre de “coach” en su tarjeta de presentación, hasta personas que están realmente transformando la vida y los negocios de otros positivamente.
Sin embargo, si eres un coach o deseas ser uno, hoy quiero ayudarte dándote mi punto de vista en dónde debería estar tu enfoque y ciertas preguntas que te ayudarán a multiplicar tu poder como coach.
AQUÍ Puedes Escuchar El PodCast de Victor Manzanilla
¿CUÁLES SON LAS TRES RAZONES, EN ORDEN DE IMPORTANCIA, POR LAS QUE LAS PERSONAS CONTRATAN UN COACH?
Transformar su psicología
Rendir cuentas
Conocimiento
La mayoría de los coach que conozco son personas con una alta experticia en un área: negocios, fitness, salud, arte, etc. Basados en esa experticia, se lanzan al mercado como coach de negocios, fitness, etc. sosteniendo la práctica en su conocimiento.
Sin embargo, el conocimiento es una parte importante, mas no es la más importante en un proceso de coaching.
Primero, necesitas estudiar sobre la psicología humana.
Un coach debe saber sobre psicología. La razón es muy simple: cuando una persona contrata a un coach, en la mayoría de los casos esa persona sabe lo que tiene que hacer, sin embargo, no lo está haciendo.
El problema principal no es conocimiento, el problema principal es psicología.
En segundo lugar, forzarte como individuo a rendir cuentas es una práctica magnífica para lograr tus objetivos. En muchos casos yo, ya sabiendo 100% lo que tengo que hacer, he contratado un coach para rendir cuentas en el proceso y asegurarme que haría lo que me comprometí a hacer.
Si alguna vez has tenido un coach de fitness, estoy seguro de que has experimentado llegar a niveles superiores de desempeño. ¿Por qué? porque ese coach primeramente transformó tu psicología (rompió tus barreras limitantes), es segundo lugar te forzó a dar lo máximo de forma constante porque tenías que rendirle cuentas en cada sesión y, en tercer lugar, te dio un conocimiento (estrategia, tácticas, perfeccionó tu ejecución y forma) que te permitió desarrollar un nivel totalmente diferente de resultados.
Rendir cuentas es un proceso que se da naturalmente en tu práctica como coach y el conocimiento es algo que estoy seguro tenías en el momento que decidiste ser un coach. Ahora conversemos un poco sobre psicología.
El poder más grande de un coach es llevar al cliente a un proceso de reflexión y transformación de pensamiento.
Y la mejor manera que conozco para lograr ese proceso, es a través de preguntas.
¿Por qué preguntas? Porque es la herramienta más poderosa para activar el proceso de reflexión de tu cliente y lograr que él o ella lleguen a las conclusiones necesarias.
En la mayoría de los casos, la labor de un coach no es decirle al cliente lo que debe hacer, sino más bien permitir que el cliente llegue a sus propias conclusiones, rompa sus propios pensamientos limitantes y que obtenga la revelación por él mismo.
Un coach mediocre habla todo el tiempo, un gran coach pregunta todo el tiempo.
Por ello, hoy te dejo 7 preguntas que multiplicarán tu poder como coach. Según Michael Bunglay Stanier, autor del libro “The Coaching Habit: Say less, ask more & change the way you lead forever“, el poder de una pregunta abierta es que lleva a la conversación a niveles profundos rápidamente.
PREGUNTA #1: ¿QUÉ ESTÁ OCUPANDO TU MENTE?
Esta pregunta te permite entrar en el problema de forma efectiva. A veces pasamos demasiado tiempo hablando de temas tangentes al problema real y, en consecuencia, podemos como coach empezar un proceso de corregir el problema incorrecto. Por ello, ve al grano y pregúntale a tu cliente: ¿Qué está ocupando tu mente?
Esto permitirá que tu cliente te diga directamente cuál es el problema, qué es lo que le preocupa. También te permite entrar a la conversación desde el punto de vista del cliente y eliminar cualquier idea preconcebida de la situación. (Por ejemplo: puedes pensar que tu cliente necesita ayuda en su carrera profesional cuando realmente su problema principal es en su matrimonio).
PREGUNTA #2: A PARTE DE LO QUE ME CONTASTE, ¿QUÉ MÁS ESTÁ OCUPANDO TU MENTE?
Esta segunda pregunta es esencial porque te permite descubrir el problema real y profundizar en el mismo. La respuesta a la primera pregunta normalmente es un poco superficial. La respuesta a la segunda pregunta te da un indicativo del problema real.
Adicionalmente, esta pregunta permite que el cliente haga el trabajo de profundizar por él mismo. A este punto dejas a un lado el problema “que suena bonito” y te muestra “la verdad”.
PREGUNTA #3: ¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE QUIERES?
Al preguntarle a tu cliente ¿Qué es lo que realmente quieres? lo lleva a definir el objetivo final. La única manera de comenzar a trabajar una estrategia para pasar del punto A (problema actual) al punto B (situación ideal) es definir claramente cuál es ese punto B.
Nunca, como coach, debes asumir o dictar cuál es ese punto B. Tu cliente puede querer quedarse como supervisor toda su vida, o puede querer llegar a ser presidente de la corporación. Un cliente puede querer sentirse físicamente sano, mientras otro quiere desarrollar abdominales 6-pack.
La pregunta 1 y 2 te muestras dónde estás. La pregunta 3 te muestra a dónde vas.
PREGUNTA #4: ¿CUÁL ES EL VERDADERO RETO EN ESTA SITUACIÓN?
Como coach, lo que yo deseo ver como respuesta a esta pregunta es que mi cliente asuma la responsabilidad del reto que está enfrentando. Si, al cliente responderme, me da una lista de excusas o culpa a otros o situaciones externas, busco llevarlo a un proceso de reflexión donde pueda comprender que hasta que no asuma la responsabilidad del lugar donde se encuentra (punto A), nunca podremos comenzar a caminar al punto B.
También esta pregunta permite iniciar una conversación para entender cuál es el verdadero reto que necesitamos superar: ¿nuevos hábitos? ¿falta de conocimiento en algún tema? ¿consistencia? ¿Cuál es el verdadero reto a resolver?
PREGUNTA #5: ¿QUÉ NO ESTÁS VIENDO EN ESTA SITUACIÓN?
Al definir el punto A, punto B y el reto que necesitamos superar, estamos listos para comenzar a caminar. Sin embargo, es importante preguntarse ¿Qué no estás viendo en esta situación? Ésta pregunta permite poner el plan de acción en la lupa, volver al proceso de reflexión para determinar si por alguna razón, obviamos algo importante y tenemos algún punto ciego en el plan que estamos creando.
Por ejemplo, en los negocios, muchas veces ejecutamos planes de acción sin pensar cómo reaccionaría la competencia, y pensamos que las condiciones del mercado se mantendrán de la misma forma que cuando definimos nuestro plan. Si bajas tus precios, ¿Qué pasaría si tu competencia te sigue y baja los precios aún más? ¿Estás dispuesto(a) a destruir tu margen de utilidad y continuar en la batalla por participación de mercado?
La pregunta #5 te permite entrar en ese nivel de reflexión y conversación con el objetivo de modificar tu plan y fortalecer tu creencia en el mismo, porque sabes que estudiaste bien la mayoría de los escenarios.